domingo, 29 de octubre de 2006

Viejos son los trapos...

El año que nació Arbel fue el mismo año que el Equipo ganó su último campeonato en la cancha del Parque. Después recordaba otras campañas en la del Barrio, pero ningún título. En cierta medida sentía algo de envidia por saber que se sentía, por gustar algo de la pasión con que los mayores recontaban las hazañas de esa temporada. La desilusión por la tradición ganadora cortada. El sentimiento de que el haber abandonado el Parque había cerrado un ciclo de glorias que ya no volverían. Arbel pensó en todo esto mientras descolgaba las banderas y retiraba los trapos del rincón que ocupaban en el armario. Pasó por la cocina y apagó la hornilla sobre la que burbujeaba una olla de agua caliente. Cuando estaba agarrando el termo, un golpe en la puerta lo distrajo. Era Ryan, avisando que ya había llegado, que ya estaba listo para montar todo. Que lindos los domingos a la tarde. Con amigos y banderas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario